Crónica de La vuelta a la Rioja 31/03/2013
Amanecía bastante despejado en Logroño, lo que después de 5 o 6 carreras con lluvia animaba a competir, aunque no pudimos librarnos de unas gotas sueltas a principio de carrera.
Aunque las sensaciones no eran muy buenas a principio de carrera, ya que el día de antes habíamos corrido la Miguel Induráin, ayudaba saber que la carrera era prácticamente llana y de apenas 160 kilómetros. No iba muy fino pero había que sacar la faena, así sobre el kilometro 30 o 40 se hizo una fuga de 6 corredores donde me encontraba yo. Normalmente la fuga del día se hace y se deja rodar hasta cerca de la meta, pero el Orica-Greenedge tenía muchas ganas de tirar así que duramos otros 30 o 40 kilómetros. Fue un poco desilusión que nos pillaran tan pronto, pero bueno, el objetivo del día era que Lasca y Cardoso llegaran bien arropados hasta el final así que eso mucho no importaba.
Los kilómetros pasaban con tranquilidad
En que se reanudo la carrera, como queríamos llegar al sprint, decidimos poner algún corredor a marcar el ritmo, junto con Euskaltel y Orica. Pasaban los kilómetros y aunque no sabía dónde estaban las metas volantes, sabía que había cogido algún punto en la escapada. Vi que los corredores del Burgos pasaban adelante, así que esprinte y me la lleve. Lo malo fue que los puntos que había cogido antes eran de un sprint especial y no servían, pero bueno, podía llevarme las metas volantes. El siguiente sprint no sabía dónde estaba, y como son clasificaciones secundarias, cuando los corredores del Burgos pasaron como rayos pensé que no era lo más importante ganar eso, sino la carrera, prestando atención a los compañeros que tenían que disputar la carrera.
Así pasaron los kilómetros cada vez más rápido hasta llegar a un punto donde se decidiría la carrera, a falta de 10 kilómetros. Andábamos todo el equipo en cabeza y los demás equipos intentaban pasarnos para llegar con sus sprínters adelante también. Así el equipo se cortó y no conseguía localizar al resto de compañeros, por lo que me deje caer un poco en el pelotón. Mientras caía, unos compañeros avanzaba por la izquierda y otros más ordenados por la derecha , con Cardoso y Lasca últimos como es lógico. Así decidí ir por la derecha por si tenían algún problema. No paso ni un minuto para que Lasca pillará un agujero y pinchase la rueda de delante, que cambiamos muy muy rápido. Fue una suerte haberme puesto allí porque sino le hubiera sido mucho más difícil volver al paquete.
En que se reanudo la carrera, como queríamos llegar al sprint, decidimos poner algún corredor a marcar el ritmo, junto con Euskaltel y Orica. Pasaban los kilómetros y aunque no sabía dónde estaban las metas volantes, sabía que había cogido algún punto en la escapada. Vi que los corredores del Burgos pasaban adelante, así que esprinte y me la lleve. Lo malo fue que los puntos que había cogido antes eran de un sprint especial y no servían, pero bueno, podía llevarme las metas volantes. El siguiente sprint no sabía dónde estaba, y como son clasificaciones secundarias, cuando los corredores del Burgos pasaron como rayos pensé que no era lo más importante ganar eso, sino la carrera, prestando atención a los compañeros que tenían que disputar la carrera.
Así pasaron los kilómetros cada vez más rápido hasta llegar a un punto donde se decidiría la carrera, a falta de 10 kilómetros. Andábamos todo el equipo en cabeza y los demás equipos intentaban pasarnos para llegar con sus sprínters adelante también. Así el equipo se cortó y no conseguía localizar al resto de compañeros, por lo que me deje caer un poco en el pelotón. Mientras caía, unos compañeros avanzaba por la izquierda y otros más ordenados por la derecha , con Cardoso y Lasca últimos como es lógico. Así decidí ir por la derecha por si tenían algún problema. No paso ni un minuto para que Lasca pillará un agujero y pinchase la rueda de delante, que cambiamos muy muy rápido. Fue una suerte haberme puesto allí porque sino le hubiera sido mucho más difícil volver al paquete.
Al poco de haber marchado ya él, llego el coche de equipo y me cambiaron la rueda a mí, pero yo ya sabía que no volvería al pelotón. Los últimos kilómetros los pase entre los coches de equipo pensando si habría ganado las metas volantes o algo, pensando que sólo con haber llegado a medio paquete las habría ganado, pero que también valía más una probabilidad de ganar la carrera que aquello y que había hecho mi trabajo bien.
Así mis compañeros consiguieron arroparle por el pelotón y llevarle adelante para disputar el sprint y gano Lasca! A falta de medio kilometro desde una moto de la organización me dijeron “ha ganado el 42” y yo me quede pensando que no sabía si podía ser, que no sabía si había podido llegar adelante a tiempo para ganar y me puse muy conteto cuando llegue a meta, porque hasta entonces no me lo creía del todo.
Felicidades a Francesco Lasca, enhorabuena por el gran trabajo del equipo Caja Rural Seguros RGA y su combatividad en cada carrera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario